Ana Escauriaza
Quienes siguen las carreras de caballos con asiduidad saben de
sobra que es un deporte muy sacrificado. Trabajar con animales es muy duro y
todos los esfuerzos pueden irse por el desagüe si el día de la carrera el
caballo ha pisado mal y se ve resentido, si el jockey no lo entiende o si,
simplemente, el caballo no tiene su día.
Pero también existen grandes momentos. Momentos muy emotivos por
lo que significan. He rescatado de mi memoria tres momentos que yo he vivido
como aficionada. Quizá no son ni los tres mejores momentos del turf ni los más
memorables, pero a mi, por lo que fuese, me marcaron.
Achtung toca el cielo de Madrid
30 de junio de 2013. Como todos los años el hipódromo de Madrid se
viste de gala. Toca disputar el Gran Premio de Madrid, la prueba más importante
del año en España con nada menos de 50.000 euros al ganador. “Entre Copas”,
“Karluv Most” o “Pazifiksturm” son algunos de los flamantes nombres que
pugnarán por dejar su nombre en el anuario. Entre ellos está “Achtung”.
“Achtung” no era un caballo menor (ya era ganador del Villamejor y se había
batido en 8 ocasiones a “Entre Copas”, ganando 4) pero no era favorito. De
hecho, entre tanto gallito, era el segundo menos jugado (40 a 1 pagaba su
victoria)
Hasta aquí un Gran Premio de Madrid relativamente normal. El
entrenador de siempre del castaño de la cuadra Enalto había sido Roberto López.
La noche de 29 de junio de 2013, es decir, unas horas antes de la disputa del
Gran Premio, Roberto López fallecía. En su memoria, todos los jockeys portaban
brazaletes negros.
La carrera da salida y los gallitos se vigilan con una “Belagua”
imponiendo un ritmo suave. Máxima tensión y ni un caballo se mueve. “Achtung”
último. En la recta, “Achtung” entra último. Empieza a progresar mientras, por
delante, los espectadores se fijan en “Entre Copas” y “Pazifiksturm”. El
inolvidable alazán del Duque parece que se va a ganar cuando un cohete castaño
se viene sobre él. “Achtung”, empujado por su jockey y por toda la afición
(juraría que hasta al gran Ioannes Osorio le hizo ilusión que ganara el caballo
alemán aunque fuese a su costa) hace lo imposible: se impone en la carrera más
importante del año. Sabiéndose ganador, Marino Gomes, su jockey, mira al cielo en
el paso por meta dedicándole la carrera a su preparador.
Achtung ganando el GP (foto de El Confidencial)
Para quienes tuvieron la suerte de estar en el recinto recordarán
los minutos de cerrada ovación o las lágrimas de Marino Gomes (quien dijo que
se vio empujado por algo más que por la fuerza de “Achtung”) Para quienes no
pudimos estar, queda colgado en youtube para la posteridad el video donde
Javier Hernández, con la voz rota, nos narra la carrera.
Posteriormente “Achtung” fue distanciado por un positivo que nadie
quería leer ni conocer. Pese a ser el doping un tema muy serio, en este caso,
fue la anécdota que empañó una historia de ensueño.
Winkl Side homenajea a su entrenador
12 de septiembre de 2014. La temporada ya se reparte entre Lasarte
y Madrid.
Esa misma mañana, en las pistas de La Zarzuela, Jose Carlos
Fernández, el entrenador más querido en todo el turf nacional (y no es un
halago gratuito, él bien se lo ganaba a base de sonrisas y amabilidad) sufre un
derrame cerebral mientras galopaba uno de sus caballos a las 7 de la mañana.
Sólo el contexto en el que sucedió su accidente demuestra su gran
profesionalidad: trabajando desde primerísima hora sus efectivos de Madrid
aunque tuviera partants en San Sebastián.
Mientras Jose Carlos está ingresado en La Paz (Madrid) Lasarte
tiene el corazón dividido. La jornada transcurre sin más incidentes cuando,
entre carrera y carrera (si mal no recuerdo entre la tercera y la cuarta) el
hipódromo enmudece: Jose Carlos ha fallecido en Madrid. Sólo hay que ver la retransmisión de Ana
Chavarrías, quien siempre nos acompañaba desde el otro lado de la cámara con
una gran sonrisa, no pudiendo aguantar las lágrimas.
Desgraciadamente la jornada debe continuar y los preparadores
bajan los caballos al paddock, los jockeys escuchan instrucciones y los
apostantes se aglomeran en las taquillas.
Jose Carlos sólo tenía un partant en esta jornada, el castaño
“Winkl Side” en la cuarta; la carrera de la lototurf; una carrera sobre 1.500m
que, en principio, no debería pasar a la historia. Pero pasó.
Con Jose Luis Martínez en la silla “Winkl Side” hace el recorrido
tapado por el interior. En la recta, “Winkl Side” está tapado y no puede
avanzar mientras, por delante, “Son Real” y “Panacea” luchan por escaparse.
Jose Luis no desiste y finalmente encuentra el hueco por donde cuela a “Winkl
Side”. De nuevo y como pasó con “Achtung” el caballo parece empujado por algo
más que por su jockey. De nuevo, látigo al viento.
Winkl side en san sebastian tras ganar (foto de El Diario Vasco)
En un bonito momento en la transmisión (y que se puede consultar
en el video colgado en youtube) Jose Luis besa a “Winkl Side” como queriendo
decirle: “Gracias amigo”. En el paddock,
entre lágrimas, Jose Luis no puede hablar con una Ana Chavarrías que también
tuvo que hacer la transmisión llorando. La voz de Javier Hernández, de nuevo
con un nudo en la garganta, nos lo narra.
Esta historia tiene un bonus track: el domingo siguiente comenzó
la temporada de otoño en La Zarzuela y corrió “Petrosian”, último partant de
Jose Carlos. Aunque no ganó, lo hizo montado por Claudine Cazalis, una de las
personas más cercanas a Jose Carlos. Posiblemente como hubiese querido el gran
preparador, su historia (que no su legado) se cerró con la monta de quien mejor
trabajó a su lado.
Petrosian (Último Partant de Jose Carlos) con Claudine (foto de Último Furlong)
Deseado o como todo queda en familia
31 de enero de 2016. El hipódromo de Dos Hermanas dedica una
carrera, la tercera, al grandísimo Ovidio Rodríguez. Ovidio, entrenador top, ha
sido una gran figura del turf nacional: tanto por sus logros como por su
tenacidad en los peores años del cierre. Los hipódromos del sur en especial y todos los aficionados y
profesionales en general, le estaremos eternamente agradecidos por su trabajo.
Sin gente como Ovidio, quienes lucharon casi tozudamente (en un sentido
cariñoso) por el turf, hoy no tendríamos ni un pura sangre galopando por
nuestras pistas.
Su hijo, Jorge Rodríguez (quien, además, está haciendo una
temporada sobresaliente) ensilla a “Deseado”. Podrían ser suficientes
alicientes pero hay más: “Deseado” nació en casa de Jorge y Ovidio; lo conocen
desde siempre. Además, lleva los colores de la Cuadra Sureña; propiedad de
Jorge y Nieves. Por si todo eso fuera poco, “Deseado” estará montado por Nieves
García, pareja de Jorge Rodríguez.
A más de mitad de recta la victoria parece fácil para “Half a
Billion”, un caballo experto en el metraje. Pero de finales Nieves viene como
un cohete con “Deseado” y se lleva una bonita victoria. Los homenajes, abrazos
y las palabras de Ovidio en el paddock cierran una carrera que queda “en
familia”.
De por sí la historia es bonita pero como recordó Ovidio a Jaime
Salvador en la retransmisión, es memorable si conocemos la historia de Jorge y
Nieves. Jorge, gran entrenador, perdió casi todos sus efectivos por la salida
de la cuadra Altamira. Para quienes seguimos este mundillo las palabras que
Nieves dedicó en la red social facebook nos helaron la sangre. Era,
simplemente, injusto que dos profesionales de este nivel se quedaran sin su
trabajo. Ovidio empujó a su hijo cediéndole sus caballos y poco a poco, con
trabajo, Jorge recuperó efectivos. A día de hoy, no hay día que Jorge Rodríguez
no pase por ganadores en Dos Hermanas demostrando que por muchos palos que dé
el turf, con trabajo todo es posible.
Deseado (de Último Furlong)
En definitiva…
Esta entrada me está quedando mucho más larga de lo que desearía
así que seré breve. Creo que estas tres historias demuestran que el turf puede
llegar a ser maravilloso porque ese factor de incertidumbre que a veces tanto
nos cabrea cuando un tapado nos rompe una apuesta, a veces, juega con la
historia y nos da momentos tan bonitos.
Además, si observamos las tres carreras; los tres caballos parecen
no tener nada que hacer al iniciar la recta pero los jockeys, obstinados,
empujan hasta pasar la línea de meta como ganadores. De nuevo, una enseñanza de
las carreras de caballos: el trabajo y la tenacidad son el único camino del
éxito.
Además, si observamos las caras de “Achtung” o “Winkl Side”
parecen entender lo que han hecho; parecen querer decirnos “por esas noches sin
dormir por cuidarme, por esas horas de paseos, por esos cuidados… ¡Gracias!”